No hay día en el que en las redes sociales, en especial en Twitter, no circule un bulo. El procedimiento es el siguiente: Un anónimo difunde una información de gran impacto y en cuestión de segundos, retuit a retuit, se convierte en una bola difícil de parar. Lamentablemente en las últimas horas se ha ido más allá y ha sido una periodista de la BBC, Ahmen Khawaja, quien ha difundido la noticia del fallecimiento de la mismísima Isabel II. Y no, no le han hackeado la cuenta como podría parecer en un primer momento, puesto que la televisión pública se ha visto obligada a pedir disculpas por tan desafortunado suceso. ¿Se imaginan a un redactor de TVE anunciando nada más y nada menos que la muerte del Jefe de Estado? Sería un espectáculo completamente bochornoso.

“Durante un ensayo técnico por un obituario, varios tuits han sido enviados erróneamente desde la cuenta de una periodista de la BBC anunciando que un miembro de la Familia Real había enfermado”, ha explicado la cadena, al tiempo que se apresuraba a informar que los tuits habían sido borrados y aprovechaba para pedir disculpas por las molestias causadas. Efectivamente la soberana, de 89 años, había acudido al Hospital Rey Eduardo VII de Londres pero lo había hecho para someterse a una revisión rutinaria.

Volviendo al argumento esgrimido, no deja de chirriarme. ¿Ensayo técnico por obituario? La prestigiosa cadena de televisión no está siendo precisamente discreta en este aspecto. Ya en 2011, coincidiendo con la celebración del Jubileo de Diamante, salió a la luz pública que estaba preparando a sus presentadores para qué llegado el día del fallecimiento de la Reina estuvieran a la altura.

Es comprensible y operativo que se regulen los pasos a seguir cuando se produce una noticia de esta magnitud, la mayoría de las instituciones lo tienen establecido en sus reglamentos internos de protocolo para que llegado el momento solo haya que ejecutarlos (que no es poco). Con los medios de comunicación ocurre algo similar, pero con el plus de dificultad que imprime la inmediatez. TVE dio un ejemplo de buen hacer en la cobertura informativa del adiós a Adolfo Suárez. Ni una filtración en los últimos meses ni semanas de vida del expresidente.

Pensando en más ejemplos me ha venido a la cabeza una fecha: 2 de junio de 2014. Hace dos días se cumplía un año del anuncio de la abdicación de Juan Carlos I. Desconozco si el director general de RTVE estaba al corriente de lo que se estaba fraguando de puertas para dentro de Zarzuela pero lo que sí sabemos es que no se produjo ningún desliz informativo.

Si me permiten, dos recomendaciones antes de terminar. No frivolicen con asuntos de Estado, y antes de dar por cierta y difundir una información fíjense bien en la fuente. En este caso procedía de una fuente fiable, pero confiamos en que medios tan prestigiosos como la BBC no vuelvan a caer en el mismo error.